Mi actividad se desarrolla principalmente en empresas con estructura jerárquica y centralizada donde la figura del fundador brilla como un faro. Sus creencias sobre cómo son las personas y qué les hace trabajar mejor son incuestionables, pues ellas son las que le llevaron a crear con éxito el modelo de organización que hoy lidera.
En este contexto, sobreviven los directivos más adaptados. Aquellos que saben replicar los comportamientos que dieron origen a la organización y trasladar fielmente hacia abajo, los valores que el fundador recompensa, entre otros, la obediencia.
Cuando esto ocurre y los esfuerzos de la dirección por conseguir los objetivos estratégicos apunta en dirección distinta a los deseos de las personas por contribuir a conseguirlos, se crea un ángulo variable llamado sufrimiento, de tantos grados como el malestar y la desmotivación que este hecho genera.
Cuanto mayor es el ángulo, mayor es el sufrimiento. |
Cuando esto ocurre y los esfuerzos de la dirección por conseguir los objetivos estratégicos apunta en dirección distinta a los deseos de las personas por contribuir a conseguirlos, se crea un ángulo variable llamado sufrimiento, de tantos grados como el malestar y la desmotivación que este hecho genera.
Pero claro, esto forma parte del pasado...¿no?.
En la nueva organización en red, las personas podrán elegir estar más y mejor informadas. Ser conscientes del impacto de su aportación a la organización y contribuir con mayor sentido a mejorarla.
La obediencia, que tan bien funcionó en el pasado, tendrá que desactivarse de algún modo y es la dirección quien ha de tomar la iniciativa.
En lugar de perpetuar relaciones simbióticas que ya no funcionan, los directivos podrían premiar a las personas dándoles la oportunidad de enlazar, de algún modo, sus anhelos y necesidades con el futuro de la organización.
Con este objetivo, te presento una propuesta general sobre como desactivar la sumisión y mejorar la comunicación interna para aprovechar el potencial de las personas en un solo día:
Con este objetivo, te presento una propuesta general sobre como desactivar la sumisión y mejorar la comunicación interna para aprovechar el potencial de las personas en un solo día:
- Presentación y creación del clima. Es una buena idea que el fundador (la propiedad) abra el evento comentando su interés porque se lleve a cabo la reunión y dando permiso para que se realice una discusión libre y se enfrenten los problemas. Dicho esto, se retira y desaparece de la escena.
- Sesión introductoria. Un representante del equipo directivo, junto con el facilitador, aclaran el motivo del encuentro, el concepto de responsabilidad compartida, la visión de la organización y la oportunidad para influir en ella dentro de los límites que se presentan. Se recuerda la duración de la jornada y la urgencia que tiene hablar de lo importante.
- Creación de grupos de trabajo. Se construyen grupos heterogéneos pertenecientes a distintas áreas, con la condición de que no haya en ningún grupo de jefes o subordinados del mismo departamento juntos. Se elige un vocal.
- Asignación de la tarea. La consigna de trabajo podría ser la siguiente: 'Teniendo en cuenta tu compromiso con esta organización. ¿Cuáles son los elementos motivadores, procedimientos, políticas o actitudes que harían a la empresa más eficaz y mejorarían la vida en ella?' Cada grupo se reúne cómodamente y elabora su listado para presentarlo en una sesión general.
- Compartir información. Cada vocal junto a su grupo expone su trabajo y coloca su listado alrededor de la sala. Finalizadas las presentaciones se seleccionan las categorías más repetidas y se destacan las más importantes recurriendo a la mano alzada o algún sistema de puntuación. Se realiza un listado único y se preparan copias para repartirlas después de la comida.
- Plan de acción departamental. Cada persona es asignada ahora a su unidad de trabajo o departamento funcional con el fin de analizar durante un tiempo limitado los temas que afectan a su área y decidir acerca de las prioridades y primeras acciones con las que el grupo está preparado para comprometerse. Terminado el tiempo previsto vuelven todos a la sala.
- Plan de acción organizacional. Cada departamento informa de su compromiso y planes al grupo general. Se establecen metas, se asignan fuerzas de trabajo y se elaboran cronogramas.
- Clausura. El equipo directivo agradece el esfuerzo realizado y la actitud de colaboración. Se realiza un ejercicio vivencial que actúe de ancla emocional y se da por terminada la jornada.
- Seguimiento.
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