A estos grupos se acercan estudiantes que desconocen la carga que han de asumir, mandos formados por ensayo y error en la dirección de personas y algún que otro emprendedor o propietario de segunda o tercera generación.
La mayoría han crecido en una cultura empresarial que confundió poder con liderazgo y les fue bien.
Eran otros tiempos donde la autoridad estaba asociada al carisma u otros símbolos de poder. La obediencia tenía premio y la dirección mantenía el control a lo largo de todo el organigrama. Por eso, no es extraño que casos de gestión organizativa como Google, Inditex, Semco (aquí te puedes descargar su manual de supervivencia), o la filosofía del 'Self-Management' de The Morning Star les pille muy lejos.
Desde la aparición de las redes sociales en 2003, las cosas han cambiado mucho. Su uso intensivo y generalizado ha desarrollando en nosotros un sentido cada vez más profundo de interconexión: los rumores se extienden como la pólvora, los empleados descontentos pueden hacer pública sus terribles condiciones de trabajo en YouTube, los clientes cabreados difundir su indignación en Facebook y cualquiera de nosotros Twittear una injusticia convirtiéndola en reivindicación global al instante.
Eran otros tiempos donde la autoridad estaba asociada al carisma u otros símbolos de poder. La obediencia tenía premio y la dirección mantenía el control a lo largo de todo el organigrama. Por eso, no es extraño que casos de gestión organizativa como Google, Inditex, Semco (aquí te puedes descargar su manual de supervivencia), o la filosofía del 'Self-Management' de The Morning Star les pille muy lejos.
Desde la aparición de las redes sociales en 2003, las cosas han cambiado mucho. Su uso intensivo y generalizado ha desarrollando en nosotros un sentido cada vez más profundo de interconexión: los rumores se extienden como la pólvora, los empleados descontentos pueden hacer pública sus terribles condiciones de trabajo en YouTube, los clientes cabreados difundir su indignación en Facebook y cualquiera de nosotros Twittear una injusticia convirtiéndola en reivindicación global al instante.
En la red no hay rincones oscuros: las malas prácticas se hacen públicas y los deshonestos, tarde o temprano, serán desenmascarados.
Ya ves, hace una década no ocurría esto, pero si hoy quieres mantener el estilo de dirección de entonces, no te va a resultar fácil.
Ya ves, hace una década no ocurría esto, pero si hoy quieres mantener el estilo de dirección de entonces, no te va a resultar fácil.
Ahora se exige mayor transparencia en la gestión, los mercados necesitan respuestas rápidas que obligan a conversar de cerca con los clientes, redistribuir el poder en la empresa y mejorar la colaboración entre los empleados.
Si quieres mantener la autoridad en estas condiciones, tendrás que hacer méritos para ello. Tu puesto en el organigrama no tiene valor si defraudas a tus seguidores, sean clientes o empleados.
Liderar se está convirtiendo hoy en día, en un desafío educativo para toda la organización.
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